La Torre de los 10 Años

La mañana estaba llena de luz, con el sol brillando alto en el cielo y bañando las calles de la ciudad en un dorado que parecía prometer algo grande. La gente caminaba rápido, perdida en sus rutinas, como si el mundo fuera una carrera sin fin. El bullicio de los coches, el ruido de los pasos apurados, todo era parte del caos urbano.

En un edificio moderno, casi futurista, una chica sentada frente al televisor miraba el noticiero con calma. Sus ojos, oscuros como la noche pero brillantes, reflejaban la luz que se colaba por la ventana. Su piel morena resplandecía bajo la luz natural, y su cabello largo y suave caía sobre sus hombros con la elegancia de alguien que no necesitaba hacer nada para llamar la atención.

El presentador del noticiero apareció en la pantalla, su voz seria y profesional:

—En otras noticias, la empresa MTT y su CEO han revelado un anuncio importante que, según ellos, podría cambiar el rumbo económico mundial. Prometen crear miles de empleos para jóvenes sin experiencia, estabilizar la economía del país... todo en un solo día. ¿Será posible? Este 2050, Venezuela podría dar un giro histórico —comentó, acomodándose la corbata mientras se notaba una sonrisa satisfechísima en su rostro.

La periodista que lo acompañaba, igual de pulcra y energética, continuó:

—Y esto está relacionado con uno de los regresos más esperados del mundo gaming. ¡Veamos de qué se trata!

La imagen cambió rápidamente a una toma llena de colores brillantes:

—Para todos los fanáticos de los RPG de inmersión total, regresa uno de los títulos más legendarios: “La Torre del Mañana”, también conocido como “La Torre de los 10 Años”, apodado así por su brutal dificultad. En su primer lanzamiento fue un fracaso total, apenas soportado por los jugadores más fieles. Los servidores cerraron a los tres años.

La presentadora sonrió con entusiasmo.

—Pero ahora regresa, renovado, con la tecnología de inmersión más avanzada. Y si fuiste uno de los que lo apoyó en sus días de oscuridad, ¡tienes una recompensa esperándote! Todos aquellos que tengan una cuenta antigua podrán reactivarla y empezar con ventaja como miembros fundadores.

La pantalla mostró a un hombre con bata blanca y gafas algo desajustadas, que saludaba con una voz algo nasal:

—Este será el gran cambio, tanto para el mundo de los videojuegos como para el mercado laboral. Los jugadores beta del remake tendrán beneficios reales. Y para los más rápidos… los que terminen el juego en menos de diez minutos, no tendrán que trabajar nunca más.

Click.

El sonido seco del control apagándose cortó el aire. La chica sonrió apenas y caminó hacia una puerta cerrada. Al abrirla, la sorpresa la invadió al ver el equipo de inmersión de última generación esperándola, como un trono tecnológico.

—Por fin… podré jugar esto una vez más. Este maldito juego —susurró con un brillo en los ojos—. Aunque sea por diez minutos… dejaré de ser Filia.

Se acomodó en la silla, como si fuera parte de ella. Con movimientos automáticos, colocó los transmisores en su cabeza y oído. La pantalla frente a ella encendió, y una cuenta regresiva comenzó.

5…

4…

Suspiró. Cerró los ojos.

—Adiós, aburrimiento…

Una luz cegadora la envolvió. Quiso parpadear, pero su cuerpo ya no respondía. Una sensación cálida la cubrió, como si fuera absorbida por un mar de energía. La voz mecánica, ahora más cercana, sonó en sus oídos:

—Bienvenida, jugadora. Por favor, personaliza tu avatar. Elige rol, apariencia y sexo. Esta configuración será permanente durante un tiempo considerable.

Filia, aún algo perdida, siguió las instrucciones sin dudar. Cuando estuvo por elegir su rol, otra voz, esta vez más suave pero igualmente firme, le habló:

—Si posee una cuenta original de la primera versión de “La Torre del Mañana”, podemos transferir tus datos. Comenzarás exactamente donde lo dejaste.

Sonrió ligeramente, como recordando esos viejos tiempos. Se sentó más recta.

—Nombre de usuario: Syntrex.

Clave: la elegida por mi—murmuró, con una mezcla de nostalgia y orgullo.

La barra de carga apareció:

Recuperando datos antiguos…

Procesando…

Análisis completo…

Instalando...

Nombre: Syntrex

Rol: Tirador — Daño físico sostenido

Apariencia: Cabello corto dorado. Skin exclusiva de la Season 0. Traje cibernético ajustado; shorts cortos, blusa sin mangas negra con luces de neón activadas al movimiento. Lentes electrónicos transparentes con zoom y visión nocturna. Ojos rojos únicos. Skin: Cazadora. Malla negra. Audífonos con aislamiento total. Control completo del traje cibernético.

Nota: Esta skin permite usar armaduras sin alteración visual.

Datos instalados. Bienvenida a “La Torre de los 10 Años”, jugadora Syntrex. Le deseamos una partida inolvidable.

—¿Por qué lo siguen llamando así...? Ese apodo solo lo usaban los que jugaban sin pagar le llamaban así porque de forma gratis tardarías 10 años para poder salir del mapa inicial—comentó con una sonrisa juguetona.

Un parpadeo.

Y en un abrir y cerrar de ojos, Syntrex flotaba entre las nubes del mundo virtual. Todo estaba ahí: las montañas lejanas, el bosque que se mecía suavemente, el mar infinito y el volcán que parecía estar vivo, marcando el horizonte.

—Por fin... eres real —dijo, con una sonrisa que nadie podría ver.

Sin más, la lanzaron al suelo. Su cuerpo tocó el suelo con suavidad, aterrizando en la Plaza de los Inicios.

El lugar estaba lleno. Jugadores de todos los niveles, algunos con skins de nivel básico, otros con equipamientos de gran prestigio. Syntrex, sin embargo, se destacaba entre todos ellos. Su apariencia brillante como una gema rara. Sus ojos rojos, sus audífonos sofisticados, su traje lleno de luces de neón. Ella se sentía como un faro entre las sombras de jugadores comunes.

El murmullo aumentó. Algunos la miraban con admiración. Otros con envidia. Su skin era un lujo entre ropas recicladas.

Syntrex, al darse cuenta, activó un gesto con su audífono y, al girarlos, una capa digital comenzó a caer desde sus hombros, ocultándola parcialmente. Activó el modo oculto.

—Demasiada atención... —murmuró para sí misma.